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El agua del paraíso

251 El Agua Del Paraíso

El agua del paraíso. Adaptación del cuento popular árabe.

Hace varios siglos, en pleno desierto, vivían dos beduinos llamados Harith y Leila. Como todos los beduinos llevaban una vida nómada, siempre a lomos de su escuálido camello bajo un sol abrasador. Vestidos con una vieja túnica de algodón y un pañuelo para proteger la cabeza, se pasaban la vida desplazándose en busca de lugares adecuados donde acampar, cargados con sus escasas pertenencias.

Los trayectos resultaban eternos porque, sobre las dunas, se avanzaba despacito y a trompicones. Si tenían la suerte de encontrar un lugar con vegetación, paraban a recoger dátiles de las palmeras y el animal aprovechaba para pastar un poco de hierba. Eso sí, encontrar agua potable en un lugar tan árido era misión imposible, así que Harith y Leila se veían obligados a saciar su sed en charcas sucias e infectadas, indignas para cualquier ser humano.

Uno de esos días de travesía se toparon con un pequeño río que no habían visto nunca. Harith se puso muy contento.

🧔‍♂️ ¡Oh, qué suerte tenemos! ¿Qué tal estará el agua? ¡Vamos a probarla!

Saltaron del camello y se acercaron a la orilla. El agua estaba bastante turbia y arenosa, pero a ellos, acostumbrados a beber aguas putrefactas, les pareció la más deliciosa del mundo.

🧔‍♂️ ¡Está riquísima! ¿No te parece, querida? ¡Esta es el agua del paraíso!

👳‍♀️ Cierto, mi amor. ¡El agua de este río es maravillosa!

Los dos bebieron hasta que no les cupo una gota más. Entonces, Harith tuvo una gran idea.

🧔‍♂️ El agua es tan buena que podríamos recoger un poco para regalársela a nuestro rey Harun al-Rasid.

👳‍♀️ ¡Es un detalle precioso! Estoy segura de que le encantará.

Llenaron una bota de piel y la envolvieron con una manta para que conservara el frescor. Después, se subieron a lomos del camello y atravesaron el desierto durante varias horas hasta que consiguieron llegar a Bagdad.

Traspasar las murallas de la ciudad les produjo una gran emoción. Vagaron por las callejuelas empedradas y, cuando llegaron a la puerta principal del palacio, solicitaron una audiencia real. Harun al-Rasid accedió a recibirlos. Harith estaba bastante nervioso.

🧔‍♂️ Ha llegado el momento, querida Leila. ¡El rey nos espera!

Ataron el camello y fueron conducidos a un lujoso salón. El califa los recibió recostado en su trono.

👑 Pasen, por favor. ¡Sean bienvenidos a palacio!

👑 Me han comunicado que desean hablar conmigo. Díganme en qué les puedo ayudar.

Ruborizado, Harith ofreció la bota de agua.

🧔‍♂️ Señor, hemos encontrado un río con agua tan deliciosa que quisimos traerle una muestra para que la pruebe. Le aseguro que más rica no la hay. ¡Creo firmemente que se trata del agua del paraíso!

El rey se sintió muy honrado.

👑 ¡Oh, qué amables son ustedes! Se lo agradezco de todo corazón. ¡Veamos qué tal sabe!

El califa bebió tres sorbos y, aunque le pareció asquerosa, se mostró complacido.

👑 Gracias por recorrer tantos kilómetros para traerme este obsequio. Por favor, esperen un momento. Yo también tengo algo para ustedes.

El rey se retiró con su consejero, que preguntó:

🎩 Majestad, ¿qué tenía esa agua de especial?

👑 ¡Nada! Era agua fangosa, pestilente y sabía a rayos. ¡Jamás había probado nada tan nauseabundo!

🎩 ¡Pero qué atrevimiento! ¡Esos dos han intentado envenenarle! Mandaré encerrarlos en una celda.

👑 ¿Pero qué estás diciendo? ¡Esa pareja tiene un corazón de oro!

🎩 ¿Un corazón de oro? ¡Pero si le han traído agua fétida!

👑 ¡Estás equivocado! Solo son personas humildes a las que el agua del río les pareció tan buena que quisieron compartirla conmigo. Para nosotros es imbebible, pero a ellos les parece el agua del paraíso. Y yo agradezco profundamente el gesto.

👑 Y ahora, vayamos a mi alcoba. Tengo una bolsa con diez monedas de oro que quiero que sea para ellos.

Minutos después, el califa regresó al salón y habló a los beduinos:

👑 Quiero corresponderos como os merecéis y por eso os nombro guardianes del agua del paraíso. A partir de hoy, trabajaréis vigilando el río para asegurar que su agua siga siendo tan buena.

👑 Tomad, aquí tenéis vuestro primer sueldo. Ya no tendréis que vivir yendo de un lugar a otro. Cada mes recibiréis dinero suficiente para compraros una buena casa y vivir en condiciones dignas.

👳‍♀️ ¡Muchas gracias, señor!

🧔‍♂️ Nos comprometemos en cuerpo y alma a cuidar el agua del paraíso, majestad. ¡Muchas gracias!

👑 No hay de qué. He ordenado a mis mejores guardias que les acompañen al río para que su viaje de vuelta sea más cómodo. ¡Ahora trabajan para mí y debo cuidarles!

Cuando Harith y su mujer se dieron la vuelta para abandonar la sala, al califa se le escapó una lágrima de emoción. Acababa de regalar a dos personas buenas una vida de felicidad.

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