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El camello y el cerdo

246 El Camello Y El Cerdo

El camello y el cerdo. Adaptación de la fábula de la India.

Un soleado día de primavera, el camello Paco y el cerdo Toli se encontraron en un cruce de caminos.

🐫 Rechoncho, rosado y con el rabo en forma de espiral. ¡Qué tipo tan raro!

🐖 ¿De dónde habrá salido este ser patilargo con dos montañas en el lomo?

Estuvieron mirándose de arriba abajo hasta que decidieron presentarse.

🐫 ¡Buenos días! Me llamo Paco y soy un camello.

🐖 ¡Encantado de conocerte! Mi nombre es Toli y soy un cerdo.

Paco no pudo evitar hablar con cierto aire de superioridad.

🐫 Entiendo tu sorpresa porque soy uno de los animales más exóticos del mundo. ¿Has visto mi fabuloso pelaje? ¿Y mis largas pestañas? Como ves tengo muchos atributos, aunque te confieso que el que más me enorgullece es el tamaño de mi cuerpo. ¿Verdad que soy altísimo?

🐖 Admito que eres un animal peculiar, pero has de reconocer que yo también tengo mi encanto. ¡Mira qué originales son mis orejas!

🐖 En cuanto a la altura, te aconsejo que no presumas tanto. En mi opinión, ser tan alto como tú es un inconveniente.

🐫 Supongo que estás de broma. ¡Es obvio que ser alto tiene muchas ventajas!

🐖 Te equivocas. ¡No hay nada más práctico que ser bajo y pequeño como yo!

Paco y Toli se enzarzaron en una discusión. Finalmente, el camello lanzó una propuesta.

🐫 Ya que los dos vamos al mismo lugar propongo que continuemos juntos el viaje. Quiero demostrarte que ser alto es lo mejor. Si no lo consigo, me quitaré las dos jorobas.

🐖 ¡Acepto el reto! Yo te demostraré que lo ideal es ser bajito. Si no lo logro, prometo quitarme el hocico para siempre.

Sellado el acuerdo, emprendieron camino hacia el sur.

A media tarde, Paco sintió hambre.

🐫 Necesito comer algo, pero no encuentro ningún alimento que sea de mi gusto.

Caminaron hasta toparse con un muro de piedra.

🐫 ¡Oh, qué suerte la mía!

🐫 ¡Ahora verás!

El camello estiró el cuello y alcanzó las hojas de una acacia detrás del muro. Después, dijo con orgullo:

🐫 Yo he podido comer y tú no. ¿Comprendes ahora por qué es mejor ser alto?

El cerdo bajó la cabeza en silencio. Siguieron caminando. Al rato, Toli comenzó a quejarse:

🐖 ¡Ay, madre, qué hambre! Espero encontrar comida antes de que se haga de noche.

🐖 Por aquí huele a bellotas, pero ¿dónde están que no las veo?

Al llegar a otro muro, Paco miró por encima.

🐫 Tu olfato no te engaña, compañero: detrás de este muro hay un bosque de encinas. ¡Es una pena que no puedas pasar!

🐖 ¿Estás seguro, Paco? ¡Mira eso!

🐖 ¡Es una suerte ser pequeño porque puedo colarme por ahí!

Toli atravesó un hueco a ras de suelo y se dio un festín de bellotas. Al regresar, le dijo a su amigo:

🐖 Esta vez soy yo quien ha podido disfrutar de un buen banquete. ¿Ves como es mejor ser bajo?

Los dos se miraron y estallaron en carcajadas. ¡Qué absurdo había sido discutir por ver quién tenía mejores cualidades!

Moraleja: Todos somos diferentes, únicos y maravillosos.