La mariposa y las abejas

La mariposa y las abejas. Adaptación de la fábula de Godofredo Daireaux.
A Yara, la simpática mariposa de colores, le encantaba revolotear por el campo y posarse sobre las flores para sentir la suavidad aterciopelada de los pétalos. Para ella, ambas cosas eran muy divertidas, pero, a decir verdad, no las consideraba su pasatiempo favorito. Si podía elegir, lo que más le entusiasmaba hacer en los días de primavera era visitar a sus amigas las abejas. ¡Le encantaba observar lo bien que trabajaban, todas juntas y perfectamente organizadas!
🦋 ¡Venga, chicas, que ya os queda poco! ¡Sois las mejores!
🦋 ¡Es increíble todo lo que hacen! No como yo, que soy una inútil.
🦋 ¿Y si creo una colmena?… ¡Sería alucinante producir mi propia miel!
🦋 Sí, eso haré. ¡Hablaré con mis amigas abejas para que me echen una mano!
Yara esperó el descanso del grupo para acercarse.
🦋 ¡Hola, chicas! Estoy pensando en hacer algo de provecho y se me ha ocurrido crear mi propia colmena.
🐝 ¡Un proyecto fabuloso, querida Yara! Es estupendo que quieras trabajar.
🦋 ¡Muchas gracias, majestad! Llevo meses viniendo por aquí y sé todo lo que hay que hacer, pero necesito algo de ayuda para empezar. ¿Puedo contar con vosotras?
🐝 ¿Has visto? Eso es un sí. Todas mis súbditas están dispuestas a ayudarte en lo que sea necesario.
🦋 ¡Muchas gracias! ¡Sois maravillosas! Mañana a primera hora vendré a por material para empezar a trabajar.
🐝 No hay nada que agradecer, Yara. Sabes que sentimos un cariño especial por ti.
Yara durmió feliz, y al amanecer se dirigió a la colmena.
🦋 ¡Hola! ¡Ya estoy aquí! Como hablamos ayer, necesito ayuda para poner en marcha mi colmena. ¿Alguien me presta un poco de cera?
🦋 Están tan ocupadas que no me han escuchado.
🦋 ¡Buenos días! Necesito cera para construir las celdillas del panal.
🐝 Lo siento, no estamos autorizadas. Nuestra misión es vigilar la puerta para que ningún desconocido entre a robar.
🦋 Lo entiendo. Preguntaré a otras compañeras.
🦋 ¿Podrías prestarme un saquito, amiga?
🐝 ¡Lo siento, pero esta cera ya está adjudicada! Ahora mismo voy a entregársela a sus dueñas.
🦋 ¡Oh, vaya! Seguiré buscando.
🦋 ¡Buenos días! ¿Te acuerdas de mí? Como os comenté ayer, necesito ayuda para fabricar mi primera colmena. Verás, con un poco de cera me basta para empezar a levantar los cimientos, así que…
🐝 Lo siento, pero no puedo darte ni una pizca. Tengo la cantidad justa para acabar la obra.
🦋 ¡Oh, qué contrariedad! Bueno, preguntaré a tu vecina.
🐝 ¡Hola, Yara! ¿Qué te trae por aquí?
🦋 ¡Buenos días, señora! Ayer anuncié que quería crear mi propia colmena ¿Lo recuerda? Si es tan amable, me gustaría que me regalara un poco de cera para empezar a construirla.
🐝 Imposible, chiquilla, imposible. No tengo ni para mí.
🦋 Está bien… Gracias de todas formas.
🦋 Sin ayuda de las abejas no voy a poder construir la colmena, pero eso no es lo peor: lo que más me apena, lo que realmente me duele, es haber descubierto que no son mis verdaderas amigas.
En ese mismo momento, Yara se resignó a abandonar su sueño, pero también decidió que jamás volvería a visitar a las abejas que la habían engañado.
Moraleja: Las palabras se las lleva el viento. La verdadera amistad requiere un esfuerzo personal y se demuestra con hechos. Presta tu tiempo y tu ayuda a las personas que quieres.